Todos los días se envían muchos correos electrónicos. Este método de mensajería se utiliza con mucha frecuencia para transacciones, gestión de cuentas y muchos otros fines. Tanto las grandes empresas como las pequeñas prefieren este método de correspondencia, ya que les parece el más eficaz para tratar con los clientes. Esto da lugar a una red muy saturada en la que se comparten muchos datos confidenciales y es bastante difícil hacer un seguimiento de las cosas. Debido a estas circunstancias, hay muchas direcciones falsas de estafadores o robots de spam que intentan aprovecharse de este medio y robar datos financieros importantes. Lo hacen empleando diversas tácticas como correos electrónicos formulados discretamente para hacer creer que se trata de instituciones como bancos que solicitan datos financieros o redirigiendo a través de enlaces a sitios de malware.