Las estafas con correos electrónicos falsos perjudican tanto a la empresa como al individuo. Tales correos electrónicos pueden resultar en la inversión en tales recursos, lo que puede resultar un desperdicio y, al mismo tiempo, ser vulnerable a phishing, ciberataques y suplantación de identidad. En caso de que su sistema tenga un bypass para correos electrónicos falsos y permita que dichos correos se depositen en su base de datos, casi se está poniendo a sí mismo y a una organización más amplia en riesgo de verse comprometida.